Hace unos días escuché en Catalunya Radio una interesante entrevista al presidente del Gobierno Aragonés, fue integra en Catalán tanto por el entrevistador como por el entrevistado respecto a la devolución o no devolución de las obras de arte eclesiásticas de la diócesis de Lleida a la diócesis de Aragón en La Franja. Discutiendo, discrepando y charlando un poco entre ellos se llega al tema de lo que opinan los aragoneses respecto a como ven que trata Catalunya a Aragón y en respuesta Marcelino Iglesias respondió que se les veia como prepotentes, egoistas y con otras palabras, intolerantes.
Oyendo esta entrevista uno se pone a discurrir y pensar hasta que punto puede pensar eso el Presidente del Gobierno aragonés cuando opina algo así cuando en su propio territorio conviven diferentes idiomas como es el caso del catalán en La Franja de Ponent y sin embargo ellos si discriminan el catalán, sin potenciarlo en ningún momento ni reconocerlo como tal en su comunidad.
Lleida, provincia y comarca limítrofe con Aragón es un lugar donde hay bastantes aragoneses que por diversos motivos se trasladaron para trabajar y/o vivir, tierra donde no solo se respeta sino que se aplaude y se invierte dinero público en realizar actos típicos aragoneses como jotas o fiestas del Pilar en honor a esa comunidad autónoma y a su gente, subvenciones de la Generalitat o ayuntamiento de Lleida para llevarlas a cabo y respeto absoluto por los lleidetans para que se puedan realizar, sin embargo, en la otra parte de la frontera podemos ver como en La Franja se nonea a los catalanoparlantes de ese territorio e incluso se les margina, no solo no invierten nada para potenciar o garantizar la supervivencia de ese idioma en esas tierras sino por lo contrario se le deja morir y solo el cariño de sus ciudadanos por esa lengua hace que siga sobreviviendo tantos años en una tierra donde nunca se toleró. Sigo sin creerme que la gente de Zaragoza, viera con los mismos ojos que los lleidetans, si se realizara unas Sardanas o un 11 de Septiembre en la plaza de la Basílica del Pilar, por consiguiente vuelvo a preguntarme, acaso se cree que este señor, por saber catalán puede reprochar nada sobre tolerancias, prepotencias, egoismos o imposiciones?