Reflexión y añoranza

En la actualidad estoy pasando por una de esas fases de «¿que estoy haciendo y que voy a hacer con mi vida?» y en realidad estoy algo frustrado al no estar seguro de nada ultimamente. Los esquemas de futuro en la empresa actual se me desmoronan por momentos al ver según que cosas que no logro comprender ni razonar y mucho menos opinar para no ser la oveja negra de la «familia», pero por desgracia es lo que mejor se hacer y aspiro en una ciudad como esta.

En ocasiones tengo añoranza de trabajos pasados como el Telepizza o incluso el Ejército del Aire en el que en multitud de ocasiones me arrepiento en haber dejado esos trabajos. En ambos me forjé lo que conseguí gracias a demostrar mediante tests psicotécnicos, exámenes teóricos, prácticos y físicos que no solo aspiraba sino que estaba suficientemente preparado para mejorar, para progresar, para subir escalafones a un lugar más razonable y situado a mis competencias.

En Telepizza, una empresa tildada de trabajo basura tras varios años de asistente de tienda y un simple pizzero o repartidor, un día hicieron pública una lista de aspirantes a ascender a encargados en el cual consideré que era suficientemente capaz y preparado para ello y tras varios exámenes realizados por el supervisor de la zona de Baleares, tanto teóricos como psicotécnicos demostré en todo tipo de aspecto que era suficientemente profesional para aspirar a encargado dandome la razón las notas resultantes habiendo quedado como el mejor aspirante de aquella convocatoria. Mientras pasaban los meses de encargado pasé de E4 (es el encargado más novato dedicado a limpiezas y logística) a E1 (asistente de tienda y en muchos casos de Jefe de Tienda en funciones durante su ausencia). Tras 15 años de vida laboral, aquella empresa que muchos tildan y tildaban de trabajo basura es el mejor puesto que he tenido hasta el día de hoy, el mejor pagado y el mejor trato que he logrado.

No se porqué estúpida razón lo hice, pero lo hice, me ofrecieron un puesto de trabajo en la competencia, el Pizza Hut como encargado por promoción externa que, habiendo cotejado sus ventajas que era que no me trasladarían de una tienda a otra dependiendo de la necesidad de la tienda al haber en Palma 5 Telepizzas y en cambio 2 Pizza Hut así como mejoras salariales y vacacionales accedí a ese cambio y cometí un gravísimo error, Pizza Hut no tenía resultados de clientela esperados, la tienda estaba en un nucleo de marcha y fiesta que en esa época otros núcleos estaban consiguiendo englobar a toda la juventud, Gomila se quedaba vacía y La Lonja y Paseo Marítimo conseguían más y más clientela hasta que la tienda dejó de existir de un día para otro y con ello mi puesto de trabajo.

Me salieron dos opciones, regresar al Telepizza usando la excedencia en vigor o cambiar de aires, salir de Palma y hacer una de mis pasiones así como la informática y era el Aire, la aviación, y al final, decidí correr el riesgo de ver cosas nuevas, para bien y para mal a la vez.

Me fuí al centro de reclutamiento con el ánimo de hacerme militar profesional en el Ejército del Aire y aprobé sin dificultad algunas las pruebas teóricas y físicas requeridas para entrar y al cabo de mes y medio ya tenía los billetes para irme durante una buena temporada (que al final serían años) a Zaragoza, a la ETESDA (Escuela de Técnicas de Seguridad, Defensa y Apoyo)

Por aquel momento tenía unos ideales juveniles políticos muy definidos y tenía cierto temor por ese aspecto a la hora de entrar en el ejército pero la verdad, desde el primer día observé cuanto estaba de equivocado al ver a mis compañeros, muy lejos de aquel tópico de rapados, de españolistas, de derechas, etc. había mucho y de todo, desde catalanes, vascos, madrileños, de izquierdas, de derechas, etc. ahi no había lugar a política ni a ideales sino al compañerismo, al humanismo. Tras tres meses de instrucción en la ETESDA llegó el momento de asignar destino y el mio fue la EADA (Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo), un destino muy poco deseado por la mayoría de soldados pues era el único del Ejército del Aire donde era más similar a uno de tierra, no ibamos de azul sino de camuflaje, hacíamos prácticas, simulaciones, simulacros, etc sin cesar y siempre nos preparaban para entrar en conflictos (vease Kosovo o Pristina, etc) tras los años fui haciendo pruebas de ascenso la cual cosa resultó satisfactoria y de nuevo volví a demostrar que era más competente y más adecuado al mando que muchos de mis compañeros, los cuales no eran inferiores a mí ni mucho menos pero si seguía haciendo demostración de mi ambición a la hora de mejorar mi status.

El hecho de los conflictos internacionales, de estar tan lejos de Mallorca y mi familia y amigos que veía de vez en cuando en los permisos que me otorgaban y el ver que mi futuro no podía escantarse a aspirar a llegar a Sargento o SubTeniente decidí no renovar el contrato y volver a la vida civil, a la vida despreocupada, a una vida facilmente controlable sin estar dependiente de lo que pasa o deje de pasar en el exterior o en el interior sino única y exclusivamente en mi vida.

Eh aquí mi inquietud ahora mismo, no se que rumbo voy a tomar en mi vida en un futuro, unos esquemas que siempre he tenido muy claros de están viniendo abajo sencillamente porque donde pensé que podía ir a más, veo cada día a que voy a menos, mi vida se ha destacado en un aumento destacado a la hora de promocionar, de examinarme, de demostrar al resto del mundo, no solo hasta donde quiero sino hasta donde puedo llegar y veo como en un momento, mi vida tranquila de técnico en un servicio de reparaciones en Sentmenat (Barcelona) mi ambición, mis opciones han ido cada vez más a pique, han decaido cual resultado en bolsa se refiere. De ser una empresa no cabe duda que hubo un apogeo pero ahora hay un ocaso y veo como mis acciones han caido en picado. Me encuentro enclaustrado, encerrado, limitado y cada vez que quiero ver un horizonte en un futuro en mi lugar de trabajo o en otro veo una de las cuatro paredes a un metro de mi tapandome esa visión y ese camino y siempre que veo una puerta, para mejorar mi vida se ve cerrada de un portazo sin razón alguna, ni explicación.

Quizás tendría que hacer caso a un compañero y amigo y buscar tiempo libre para acceder a la universidad pero mi disposición al 100% por mi trabajo, por mis cosas, por mi familia me hace ver que me hacen falta muchas horas al día para poder hacer todo lo que me gustaría hacer y la verdad no se que debo hacer, si ceder, sentarme en el suelo en una esquina de esas cuatro paredes y poner la cabeza entre mis rodillas con los ojos cerrados esperando «algo» o seguir golpeando esas paredes viendo si algún día alguna de ellas cede, pero la verdad es que el problema es que física y anímicamente me hacen ver que cada vez golpeo con menos fuerza estas paredes que me envuelven y mis puños ya están ensangrentados de golpear un ferreo muro que se estrecha por momentos.

Compañeros que se van, otros que vuelven, indirectas, rumores y falsedades que van y vienen por doquier, injusticias, sinrazón, desesperación y humillación diaria, desprecio y falta de respeto día a día por unos y por otros a unos y a otros. Gracia da ver como los mismos que ves que te faltan son los que después te dicen «¿porqué estas tan serio?», ver como gente por una resaca de una noche de marcha falta con un buen justificante médico es bienvenida y celebrada y gente que acaba en hospitales o dejando su salud por no faltar a su trabajo es despreciada por no caer tan en gracia y tan simpático.

Es frustrante sin duda alguna esta situación porque hasta ahora, mi forma de demostrar las cosas era trabajándolo y demostrándolo en la teoría y en la práctica, ahora, esto ya no sirve y son otras las vías a seguir, saber con quien tratar, saber a quien regalar, adular, fingir una falsa amistad y simpatía, mentir y a poder ser pisotear o putear a aquellos que puedan hacerme sombra en mis aspiraciones para buscar la forma de que busque una baja voluntaria, no se hacerlo, desconozco esta vía y era algo que no he aprendido ni aplicado para saber que hacer.

No hace mucho me planteé seriamente volver al Ejército pero tras mucho razonar.. creo que el sacrificio que hice la primera vez que me marché es demasiado grande como para volverlo a repetir y lo que es mejor o peor, no estoy solo ahora y debo pensar en otros que viven conmigo y no solo en mi que era algo que antes me podía permitir.

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