Si no hay imágenes, no existe

Tiempo atrás hubo una repercusión nacional por el hecho de que un joven killo de Barcelona o como se diría aquí, Kinki agredió a una niña inmigrante por el simple hecho de ser inmigrante en el Metro. Esas imágenes dieron la vuelta al país de un modo incesante y empezó a formar parte de las tertulias cuotidianas tanto de los ciudadanos como de los programas del corazón, de tertulianos, de internet, de radio, etc.

Ahora en Madrid hace pocos días (23 de diciembre) sucedió algo similar pero la diferencia es que no hubieron cámaras para registrar esto por lo que en realidad y mediáticamente hablando.. no existe, no existe a no ser que se busque información generalizada en medios de comunicación en internet pero si se busca en la televisión o en la radio.. no hay nada sobre esto, ya no hay tertulias, ya no hay comentarios, ya no está ese joven que estaba presente en aquella escena y no participó.

Describiendo un poco todo lo ocurrido se trata de dos jóvenes de nacionalidad española, uno de ellos haciendo burla de los inmigrantes rumanos con los pantalones y calzoncillos bajados empezó a ironizar sobre el tema diciendo «denme una monedita, soy rumano» mientras el otro le reía las gracias. Los integrantes en el vagón del metro de Madrid de la línea 6 intentaban pasar desaprecibidos en aquel bochornoso espectáculo y preferían mirar hacia otro lado.

A partir de ahí la cosa fue a peor, uno de los chicos, el de los pantalones bajados empezó a insultar y a gritar «me cago en los putos peruanos» por lo que un peruano del vagón se sintió aludido pero a la hora de levantarse para encararse con el retrasado mental su novia le retuvo y se apearon en la siguiente parada del metro, Mendez Álvaro.

Una vez esto, el pequeño anormal vió a una chica de origen oriental de 19 años y la tomó con ella con gritos como «¡Tú, china de mierda!», «¡Mierda de inmigrantes!». Cuando vió que la chica le ignoraba a pesar de saber que se dirigía a ella, el desgraciado restregó sus genitales por el rostro de la chica a lo que ella le respondió con un bolsazo y el niñato le golpeó con un puñetado en el rostro. Después de esto se empezaron a suceder los golpes, insultos, gritos, gente que participó para evitar que estos dos anormales fueran a más, es decir, sucedió algo similar a lo que sucedió en el Metro de Barcelona pero la diferencia es que no hay cámaras en esos metros y si no hay imágenes no hay noticia y por ende, no existe.

Estos dos imbéciles campan alegremente y seguirán haciendo de las suyas cuando merecen estar entre rejas una temporadita mientras el subnormal del metro de barcelona fue apaleado mediáticamente entre el morbo de las imágenes habiendo campañas en internet de su cacería y amenazando a su abuela que es con quien convive.

Fuente: El Pais

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