Janet Moses, de 22 años ha fallecido tras un ritual de exorcismo maorí realizado por su propia familia y en cuyo ritual le hicieron tragar agua durante tres días ininterrumpidos mientras esta se hallaba en el suelo tumbada y lo peor es que durante ese ritual, quizás el espírtu también se encontraba en el cuerpo de una muchacha de 14 años que ahora lucha por recuperar su visión en un hospital al haber sido tratada de exorcismo por su familia y en el que sus globos oculares se vieron dañados.
Todo esto vino de un robo que realizó la hermana de la fallecida de la estátua de un León en un Pub, lo cual alertó a los mayores de la familia que pensaron que un espíritu malvado se había apoderado del alma de la menor y quizás Janet también estuviera implicada en los deseos de ese demonio que traería la maldición a toda la familia.
Por esto la família, unos 40 miembros, decidieron purificar el alma de Janet que era una persona debil y con facilidad para ser poseída junto a su primo y su hermana menor, es por ello que la purificaron a base de beber agua hasta matarla, otros cinco jóvenes fueron objeto del exorcismo pero salieron ilesos.
Lo más curioso es que maorí significa «persona normal« una costumbre autóctona de Nueva Zelanda donde se cometió el crimen.