Hará ya algún tiempo que empezó a sonar esta descripción de persona que guía o muestra nuevas posibilidades en la red aunque la verdad que esconden suele ser otra muy distinta. Los gurús suelen ser personajes con cierta capacidad comunicativa que suelen ser escogidos por diferentes empresas, medios de comunicación y aupados por otros «gurús».
Los gurús son, simple y llanamente un nuevo puesto encubierto de un nuevo estilo de imagen y marketing en el que poder publicitarse de manera subjetiva en las nuevas tecnologías siendo más discreto que en otras plataformas de publicidad tradicional como radio, televisión o prensa donde debe poner claramente que se trata de una publicidad, sin embargo, ninguna ley regula que un post, un twit, un comentario o una afirmación en internet sea mostrada como publicidad permitiendo haber un agujero en el que estos gurús mediante el engaño a muchos usuarios que ponen y posan su confianza sobre ellos tengan en cuenta sus argumentos como una única opinión personal sin caer en la cuenta que se trata simplemente de una imagen patrocinada.
Ahora… la apuesta por estos personajillos suele ser peligroso para aquellas empresas o medios que le encumbraron pues, del mismo modo que les funcionó a la hora de promocionar sus productos o servicios, en caso de romper el supuesto «contrato» que se firmó con ellos, puede que el gurú contraataque hablando mal de los mismos y salir más caro de lo que uno puede imaginar. Los «gurús» suelen ser retribuidos económicamente pero también suelen ser invitados a eventos, a viajes, a regalos varios y las empresas, si quieren mantener a dicho gurú contento o simplemente callado se verán obligadas a ofrecer tales ventajas haciendo que, lo que en un primer momento haya resultado ser un medio de publicidad económica, a la larga llega a hacerse más y más cara.
Es algo normal escuchar en las reuniones que a veces mantenemos en diferentes compañías de publicidad que hay ciertos temores por parte de dichas compañías o empresas el hecho de «romper el contrato» acordado con un gurú por si este, por resquemor o por despecho le da por hacer justo lo contrario que hizo hasta ese momento hablando mal, desprestigiando o criticando a una empresa por la sencilla razón de haber finalizado la campaña publicitaria, es por ello que se obliga mediante esta amenaza a continuar su mentira indefinidamente, una de las desventajas de hacer tratos con el diablo.
Lo curioso es que los gurús, por lo general, lo son porque han tenido demasiado tiempo libre para poder despotricar, autoalabarse o publicitarse a diferencia que los verdaderos gurús que ocupan todo su tiempo en trabajar, ayudar, comunicar, crear o innovar y mediante sus obras realmente enseñar y mostrar el potencial de internet, sin embargo, estos «currantes» no son lo suficiente comunicativos por tirarse demasiado tiempo trabajando pero son estos, y no otros los verdaderos gurús, los que están todos los días pensando en nuevas creaciones, nuevas ideas y nuevas posibilidades.
Como ayer mencioné en la red social Facebook, en mi opinión mis gurús no son aquellos que se alimentan de aduladores, de mentiras, engaños o de venderse al mejor postor recibiendo regalos o dinero a cambio de hablar bien (o directamente de no hablar mal) de ciertas compañías sino que son mis amigos, compañeros, familiares o hermanos en la red que, quienes con el trabajo cotidiano en esta han aprendido y aprenden nuevas herramientas, han creado nuevas posibilidades, programas, invenciones o proyectos y que con ello realmente innovan, ergo no adulo pero si admiro a toda esta gente pues, desde el silencio y desde la dedicación, consiguen diariamente que internet sea cada día mejor y resida en ella un mayor potencial.
Es por esta, y no por otra, la razón de no suscribirme a ciertas campañas, a ciertos manifiestos, a ciertas obras creadas o patrocinadas por este tipo de gurús que, siempre que hagan o apoyen algo será, única y exclusivamente para su propio beneficio y como no, utilizando a todas aquellas personas que posicionan su confianza en ellos a través del engaño pues, en cierta manera los «gurús» controlan absolutamente todas sus posiciones, por un lado mantienen a ralla bajo chantaje o amenazas a las compañías que en un momento representaron y por otro mantienen a sus seguidores que incluso se podrán convertir en admiradores o aduladores que en ningún momento o bajo ninguna circunstancia caerán en la cuenta que tan solo están dentro de una nueva campaña de marketing patrocinada y apoyada por dichos gurús.
Dicen que se suele pillar antes a un mentiroso que a un cojo, pero tal y como veo la legislación y cierta anarquía en la red es practicamente imposible quitar la máscara a toda esta gente que vive del cuento, de la mentira y el autobombo para mostrar a los usuarios de internet la verdadera cara de todos ellos y lo que es peor, si te da por intentar hacerlo a modo personal te puedes encontrar entre la espada de los seguidores de dichos personajillos o la pared de las empresas que en su momento los encumbraron poniéndote en una posición realmente peligrosa.
Es cierto que internet puede ser un enorme aliado para darnos a conocer como imagen o como marca pero a estas alturas podemos ver como internet es un arma de doble filo con el que hay que ir con cuidado de como se usa y el camino corto, fácil y barato como es el uso de estos personajes como iconos de nuestros servicios o productos puede salir a la larga bastante caro si no los mantenemos después aunque sea para mantenerlos callados porque, si queremos acabar con este tipo de campañas, es algo imposible encontrándonos en un callejón sin salida.
Es irrelevante e innecesario dar nombres pues muchos ya los conocemos o conoceremos, del mismo modo que es imposible decir empresas que están o estarán en esta situación de chantaje y amenaza al ser prácticamente todas las que en su momento usaron esta estrategia y algunas de ellas ya se encuentran en el temor de acabar con dicha campaña por como puede tornarse en su contra u otras que aún aprovechan el tirón hasta que el «gurú» ya canse y, aunque hay que reconocer que el trabajo de estos gurús es de lo más rentable, sencillo y fácil que se puede encontrar, desde luego por mi parte ningún apoyo recibirán y mucho menos admiración o adulación.
En algún momento las máscaras caerán y se verán los verdaderos rostros de esa gente «enrollada, evangelizadora o guías espirituales en internet» viendo que clase de personas son en realidad (vagos, mentirosos, falsos, hipócritas, demagogos, interesados, egocentristas, etc. etc.)