Si bien es agua pasada, creo que tras 6 años de participación, más de 1.400 opiniones, 1.200 publicadas y 20 millones de visualizaciones debo dar la razón de mi abandono de la comunidad de Locales y dimisión cómo moderador oficial.
En septiembre se realizará el primer evento mundial de «guías locales», en evento creado para reunir (teóricamente) a los usuarios más activos de «guías locales» en diferentes puntos del mundo.
Para seleccionar a dichos usuarios, el 11 de abril se abrió un formulario para que los que cumplieran los criterios y requisitos pudieran enviar su candidatura hasta el día 29 de abril. Dichos requisitos eran:
° Tener alto nivel
° Ser un miembro activo en la comunidad
° Haber organizado un evento o meeting
° Hablar inglés fluido
° Un vídeo de presentación de un minuto
Los invitados serían notificados el día 20 de Mayo.
Llegó ese día esperado, esperando que tú o un compañero de la Comunidad sea invitado para ir a San Francisco. Pasaban las horas y nuestra compañera de comunidad nos preguntó quien había sido el afortunado.
La sorpresa fue mayúscula cuando vimos que ninguno era el afortunado aunque cualquiera de nosotros cumpla con creces los requisitos solicitados y, en la búsqueda por Twitter de quien en España fue invitado descubrimos a una persona totalmente desconocida en la comunidad (no tan desconocida para los empleados de la compañía organizadora).
Ni activa, ni eventos ni siquiera miembro fue la escogida para representar a la Comunidad de Guías Locales de Madrid, una persona que jamás pisó la comunidad y seguramente ni vídeo, ni falta le hacía, ya había sido seleccionada a dedo desde hace tiempo.
Al poco, viendo que la Comunidad no le importaba lo más mínimo a la compañía o al menos a sus responsables para España, los usuarios más activos que juntos sumábamos más de 20 años en Guías Locales decidimos salir o dimitir de nuestras responsabilidades en dicha comunidad.
Conforme pasaban los días pudimos ver muchas irregularidades, como ya saber los elegidos un mes antes de su publicación, fotos de la «escogida» semanas antes en las oficinas de la compañía, relaciones personales muy próximas, ¡ni siquiera los vídeos presentados fueron vistos!.
Dicho esto, el rumbo más lógico es, no sólo dejar una comunidad que no importa pese al gran trabajo hecho por sus miembros (tercera del mundo en participación) sino que, personalmente y más, profesionalmente me es imposible confiar en una empresa que deja que los responsables de cada país usen las comunidades como sus cortijos particulares, metan o saquen gente según amistades, falten el respeto a los superusuarios de un modo fragante y capaces de destruir una comunidad que lleva años de construcción.