Hace tiempo, mucho tiempo aun podíamos ver, en los inicios de internet como las páginas web, en su gran mayoría en lengua inglesa y posteriormente salieron grandes páginas como Ozú, altavista, Terra, iEspana o Lycos, páginas estáticas que eran totalmente innovadoras y revolucionaron en su momento todo lo que era la red, algo que en su mayoría era ajeno de bandas anchas o tarifas planas, todos con nuestros modems de 28 o 56 mil baudios con esa orquesta melódica a la hora de conectarnos, pero con cuidado, que el precio telefónico podía ser considerable.
Casi a la par empezaron a surgir nuevas páginas que permitían una mayor interacción entre la página y los usuarios, intercambiar información o formar parte activa de los mismos así como plataformas multimedia como YouTube o, a la par empezaron a surgir las tarifas planas, banda ancha a través de ADSL, RDSI o fibra con tarifas más económicas eliminando diferentes fronteras que pudieran existir como limites de descargas, horarios de conexión o precios astronómicos (aunque con la banda ancha seguían y siguen siendo astronómicos).
Vivimos en el cambio de mentalidad, de época, en el que del mismo modo que la 2.0 vino de la mano del cambio de tarifas planas en internet desde medios que en la actualidad son tradicionales pero esta vez es la del 3.0 asociada al cambio de mentalidad en cuanto a conectividad, la asociación de conexión mediante otras tecnologías como la conexión móvil que, en la mayoría de ocasiones superiores a las establecidas tales como ADSL o Fibra de Vidrio ya no solo con redes 3,5G como UMTS, HSDPA o HSUPA con conectividades de hasta 21,5 Mbps de descarga sino ya las futuras redes LTE o o SAE que multiplican por cuatro las velocidades máximas de tecnologías como la HSUPA y lo mejor, reduce uno de los problemas del 3G que es la latencia.
Esto tan solo es el preludio de algo que estamos observando y es que, a pesar de que el término de Web 3.0 ya fue preestablecido, creo que el verdadero momento de la evolución web es este y no otro, el de asociar el cambio de mentalidad a tecnologías móviles e inalámbricas, el de portales con cierta inteligencia artificial que inviten a sus usuarios a publicar, a participar, a dinaminar las comunidades, a romper fronteras limitacionales tales como cables u ordenadores de sobremesa por algo más móvil, más portátil como netbooks, smartphones o Tablets PC, algo que, sin unas conexiones móviles tan avanzadas serían inviables frenando el avance de la web.
Era algo casi obligatorio que tecnología móvil o terminales llegaran a converger con el uso de internet con el mayor ancho de banda posible evitando la saturación que pueda provocar el hecho de que cada vez más se precisen unas mayores capacidades de transferencia a través de servicios como YouTube o Redes Sociales evitando posibles saturaciones futuras y, adelantándose al futura siempre hay que crear «cañerías» más amplias preparadas a lo que queda por venir.
El hecho de que las aplicaciones web tengan una mayor importancia a las propias webs y servicios, a fin de enriquecer la experiencia de los usuarios, a esto se añade el estado de conciencia del contexto en la Web Geoespacial, autonomía total respecto a los navegadores, construcción de la Web Semántica y la entrada en este campo de herramientas de geoposición (asociado a la movilidad) y la realidad aumentada. Estas bases son los verdaderos cimientos de la evolución web, una evolución del que somos testigos y que en breve cambiará la forma de ver la red, de disfrutar la red de un modo realmente innovador en el que estas pautas sumadas a las aplicaciones y orientación de Clouding Computing y la supresión de cableados varios y tecnologías que se han quedado obsoletas tales como el ADSL (pasar por el aro de Telefónica), la tecnología radio CDMA, conectividades 2G tales como GPRS acabando de realizar una cobertura global de UMTS e incluso superar a la cobertura de fibra de vidrio con una mayor expansión y menor inversión económica para ello.