Manuel Chaves, actual y casi perpetuo presidente de la Junta de Andalucía ha demostrado ser el patrono de los pancarteros, aquel que incitó movilizaciones y concentraciones contra el atraque en Gibraltar de submarinos nucleares y por ende, su cercanía a Andalucía es ahora quien guarda silencio ante este tipo de atraques que, con este último llegado en la nochebuena pasada del submarino nuclear estadounidense USS Alexandria ya son 6 los que han atracado en lo que llevamos de año, un número similar a los de años anteriores y con anteriores legislaciones.
¿Qué ha cambiado entonces? ¿Por qué antes se salía a la calle para condenar estos monstruos bélicos y peligrosos y ahora se guarda silencio desde la Junta de Andalucía y desde el Gobierno Central? Simple respuesta, antes en el gobierno estaba el PP y ahora está el PSOE pero… ¿acaso los submarinos nucleares tienen menos peligrosidad y repercusión estando unos y no otros en el gobierno?
El gobierno autonómico que antes no solo criticaba este tipo de atraques sino que fletaba autobuses para ir a Madrid a protestar, pagaba bocadillos y pagaba el coste de pancartas y pegatinas es ahora el que guarda silencio y sugiere que el resto haga lo mismo a pesar de que se sigue haciendo exactamente lo mismo ahora que antes.
Este submarino es el segundo en menos de un mes de la clase Los Angeles tras el estacionamiento anterior del USS Hartford y a pesar de estar completamente en desacuerdo por lo general de los grandes partidos políticos, el PP y el PSOE, esta vez debo dar la razón al presidente provincial de Andalucía del PP, José Loaiza en su afirmación de que lo que está haciendo la Junta de Andalucía es una pura y simple «Tomadura de Pelo» aunque creo que tampoco es muy adecuado que condene estos atraques teniendo en cuenta que se veían con buenos ojos desde el gobierno popular que se hiciera así como tanto unos como otros vieran con buenos ojos los vuelos de la CIA en el traslado de presos a Guantánamo aterrizando en aeropuertos españoles.
Una nueva traición al verdadero pueblo por motivos electoralistas importando realmente un pimiento a los gobiernos y oposiciones sitos en cómodas butacas en congresos, senados y gobiernos.