Mis peores sospechas se hicieron realidad y es que el PC ha muerto de mala manera. Ayer pensamos que el olor a chamusquina era el resultado de una colilla mal apagada pero hoy he podido ver en las entrañas de mi chiquitín que lo que olía era el cuerpo en descomposición de mi ordenador.
Por su interior y tras el análisis forense hemos podido ver como han llegado a salir llamas del ordenador y el origen del fallecimiento se baraja entre dos posibilidades, sobrecalentón del procesador o una subida de tensión que hizo saltar una chispa que se vió alimentada por el ventilador.
Sea cual fuere la causa, el servicio técnico al que ha sido enviado me ha comentado que su reparación puede demorarse entre tres días y un mes dependiendo del número de averias y como estén en los talleres. A ver si esto me entra en garantía o de lo contrario estaré sin ordenador muuuuuuuuuuuuucho tiempo y esta ha sido la gota que puede llegar a colmar el vaso de la paciencia tras la increible lista de infortunios que estoy llevando este año…