Movildependencia

Esta mañana fuimos a Piedrabuena a darnos un baño en el Bullaque (Tabla de la Yedra, Piedrabuena) y al llevar un pantalón bañador, cuando hemos ido a casa de los suegros para celebrar un día magnífico con una buena comilona, dejé mi móvil en el bolso de mi pareja para no tenerlo que llevar en la mano. Bueno, llega la hora de ir al trabajo y se me pasa por completo recoger el móvil y nada más darme cuenta a los pocos segundos de dejarlos he mirado por todos los medios posibles de recuperar el móvil al ver que no podía twittear el hecho de llegar al trabajo y el buen día que hemos pasado.

 

Primer problema, quería realizar un Twitter y no he podido. Después me ha empezado a quemar por dentro no poder ver los twitts realizados por mis contactos y a quienes sigo dado que son mi mayor fuente de información y curiosidad. Con el descanso he añorado el móvil dos veces, una de ellas cuando he querido ver los nuevos correos electrónicos, los cuales se han multiplicado por dos como mínimo desde que tengo el HTC Magic siendo una vía de comunicación tremendamente usada tanto para lo laboral como para lo personal.

 

Para rematar la faena me he dado cuenta que a la hora de buscar una información en la Wikipedia a través de Wapedia no he podido satisfacer mi necesidad de chafardear dado que sin el móvil, además de los servicios de Google tampoco he podido acceder a una de las páginas que más visito, la Wikipedia.

 

En fin, hoy me di cuenta del famoso dicho de que no se sabe cuanto se necesita una cosa hasta que se queda sin ella.

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