Eso es lo que habrán pensado hoy los tripulantes de la ISS (Mike Fincke, Yury Lonchakov, y Sandra Magnus) cuando han saltado las alarmas de que un objeto procedente de la basura espacial se dirigía a toda velocidad a la Estación Espacial Internacional y que tras haberse realizado los cálculos se ha resuelto que era preferible que la tripulación embarcase en la Soyuz de emergencia situada ahí para estos menesteres.
Al final han tenido que permanecer en la Soyuz un total de 20 infernales minutos hasta que el fragmento de cohete de apenas un kilo se ha alejado y no ha dañado a la ISS quedando así en un susto, un susto que teniendo en cuenta el tamaño del fragmento y su velocidad, de haber impactado en la ISS habría tenido unas consecuencias nefastas incluso acabando con la década de edad de la estación.
Fuente: Microsiervos