La verdad es que el radicalismo deportivo no deja de sorprenderme y es que esta vez le ha tocado ser a una mujer madrileña de 33 años que le tocó arbitrar un partido local en el que independiente de su buen o mal arbitraje fue apalizada.
Cuidado que no solo es culpa del desgraciado del agresor sino que son igual de desgraciado el resto de jugadores que se quedaron cruzados de manos ante tal animalada así como el público incitando a dicha agresión. Como no los estamentos deportivos, el Presidente de la Federación de Baloncesto de Madrid, Juan Manuel Martín Caño, intenta disuadir a la mujer de su deseo de hacerlo público y denunciarlo con la excusa de «puede fomentar más aun la violencia en el deporte» la verdad es que el comportamiento de este personaje es tan vergonzosa como el del idiota que va pegando puñetazos pero la muchacha esta dispuesta a ir a juicio (cosa totalmente lógica y entendible) por este acontecimiento y esta no es ni mucho menos la primera crítica que realizo sobre la violencia en el deporte así como yo le aplicaría todo el código penal, y más, el criminal a ese anormal que hay suelto y no solo juega a baloncesto sino también a pegar a mujeres arbitros.
Fuente: ABC