De un año a hoy hemos vivido una interesante «batalla» entre dos distribuciones de un mismo sistema operativo, Linux y son, ni más ni menos que Android y LiMo. LiMo nació en en enero del 2007 fruto de una asociación sin ánimo de lucro fundada por Motorola, NEC, NTT, Panasonic, Samsung y Vodafone, Android fue anunciado en noviembre del mismo año de la mano de Google. Tienen una cosa en común y es en el uso y desarrollo de Linux para terminales móviles pero hay una clara diferencia entre la filosofía de ambas organizaciones. Mientras que LiMo se quiso centrar más en el nucleo de Linux y su adaptación a terminales móviles, Android se centró en la interfaz gráfica aprovechando algún código que otro ya existente en LiMo, Google supo vender y desarrollar Android por completo sin entrar en discrepancias con otro tipo de miembros y, una vez acabado y diseñado, puestas unas determinadas bases ya permitió la entrada a nuevos miembros en una asociación como sería la Open Handset Alliance.
LiMo cometió dos errores, el primero fue perder excesivamente el tiempo en discrepancias, en debates sin razón y una pérdida de tiempo importante teniendo en cuenta la batalla por los sistemas operativos móviles que Google no estuvo dispuesta a perder y para ello inició el proyecto Android, por otra parte, LiMo prestó más atención al nucleo y al sistema en si dejando la interfaz de lado al igual que a la participación de desarrolladores en todo el mundo. Mientras que LiMo ya tenía algunos terminales en el mercado, el SDK aún no había sido lanzado. Android antes de salir en el G1 de T-Mobile ya tenía el SDK publicado y ya existían numerosas herramientas y aplicaciones preparadas para ser publicadas.
Nos encontramos con dos distribuciones de un mismo sistema operativo, del mismo modo que podríamos decir que Android es a Limo lo que Ubuntu a Debian con un parecido asombroso en cuanto a su éxito o fracaso. Lo más curioso es que muchos miembros de la LiMo Foundation se encuentran también en la Open Handset Alliance lo cual hace paradógico el tema de la existencia de dos distribuciones y su coexistencia.
El éxito de Android, lejos de fraguar o dañar la existencia de LiMo ha conseguido reforzarla lanzando 9 terminales este año aunque con menos repercusión que el sistema operativo de Google. Teniendo en cuenta que a veces, la presencia de Google en Android hace que algunas operadoras o fabricantes se lo piensen a la hora de tener tratos con el gigante de internet hace que LiMo haya logrado un mayor peso en cuanto a sistema operativo a tener en cuenta para desarrollar futuros móviles. Lo que hasta hace poco muchos daban por muerto LiMo ha retomado vida tras las fuertes discrepancias surgidas entre los miembros de la Open Handset Alliance por el hecho de acelerar de una manera exagerada el desarrollo de la futura versión de Android 2.0 forzado por el lanzamiento de nuevos terminales y aceptar las exigencias de algunos fabricantes o socios, algo que ha sido mal visto por alguno de los integrantes que han vuelto a mirar a LiMo como alternativa sin tener a otro miembro por encima que haga o deshaga la opinión de los miembros de la LiMo Foundation.
Personalmente y a modo de reflexión:
- LiMo no supo vender su distribución en sus inicios y lo ha pagado con la tajada que no ha logrado arrebatar a Symbian pero si hizo Android.
- LiMo erró al no tener en cuenta la importancia de los desarrolladores a la hora de crear su sistema operativo teniendo en cuenta que los desarrolladores son el principal motor de un sistema.
- Google pese a querer aparecer como un miembro más al igual que el resto de miembros de la OHA, sigue teniendo un peso demasiado grande en las decisiones que afectan a Android y eso hace que algunos miembros miren con recelo la alianza.
- El exceso de nuevas versiones, cambios de código, nuevos SDK y acelerar lanzamientos como es el caso de 2.0 puede hastiar a los desarrolladores haciendo que pierdan interés por un sistema que obedece más a los lanzamientos de futuros terminales que a la petición de los desarrolladores o miembros de la Open Handset Alliance.
No creo que lleguen a entenderse ambas distribuciones mientras haya voces más altas que otras en el seno de sus respectivas fundaciones ni tampoco creo que LiMo esté condenada a desaparecer apareciendo como alternativa a Android y, pese a no tener mucha repercusión mediática, lanzando nuevos terminales y existiendo algunos tan conocidos como el Motorola Razr V8, Panasonic P905, Samsung H1 y muchos con marca propia de las operadoras llegando a ser hasta 20 los terminales actuales en el mercado por lo que LiMo no está funcionando del todo mal para sus miembros.
Resumiendo y moraleja, creo que la batalla de las distribuciones Linux ha llegado a los móviles, un futuro prometedor para el sistema operativo del pingüino y una competencia necesaria y muy útil para la mejora de ambas así como ofrecer un escaparate más amplio de alternativas en el campo del Software Libre