Contaré una historia que en su momento me lo hizo pasar bastante mal pero por suerte ahora la narraré como anécdota.
Al principio de esta semana se rumoreaba de que quizás la salida anual a Sitges para montar el stand de nuestra empresa podría ser el jueves en vez del viernes y la cuestión es que en realidad no se supo nada hasta bien entrado el mismo día de la salida que se me comunicó que yo tenia que ir a montar con mi consecuente mosqueo (el año pasado por ello llegué a las 11 de la noche en compañía de Raul y Julio).
El tema es que Germán, no solo mi encargado sino también amigo me dijo que iba a ser diferente, que las cosas habian cambiado y no nuestro solo sería montar las Chiloueys, unas máquinsa de tratamiento de belleza que pesan la de dios pero aun así nuestra faena se limitaría a eso lo cual accedí pese a desconfiar si realmente no nos tenian preparadas otras sorpresas como en anteriores años.
Para no ir dependiendo del camión de Juan Carlos, el transporte que llevaba esas máquinas, Germán me pregunto «tu sabrías llegar al Hotel?» y yo le contesté que ya son varios años que me hice ese recorrido por lo que me lo sabia bien (cuan equivocado estaba)
El primer año que me engancharon para ir a Sitges fui por la ronda litoral en compañía de Jordi y de Germán y era un camino corto y rápido para ir a Sitges pero el segundo que fui con Raul fuimos por la AP7, el tema es que virtualmente y de memoria confundí ambos caminos como uno solo al recordar que por la ronda litoral, en vez de salir por la primera salida señalada como Sitges se habia de salir por la segunda porque la primera efectivamente lleva a Sitges pero por un camino realmente escarpado por montaña cuando por la segunda te deja en el mismo pueblo, sin embargo, desde la AP7 solo hay una salida a Sitges, a partir de ahi ya no hay nada más que se pueda hacer a no ser que sea media vuelva, el tema es que ibamos por la AP7 y vimos esa salida de Sitges por Villafranca del Penedès por lo cual Germán me preguntó «salimos ya no?» y yo… no muy inteligentemente le dije, «No, hay que salir por la segunda» por lo que anteriormente he explicado. Siguieron pasando los kilómetros para sospecha de Germán y para algo normal para mi, pues era la «segunda salida señalada a Sitges», y lo mejor de todo es que yo iba bromeando para ponerle más nervioso diciéndole «me parece que era aquella salida que ponía Sitges», «y si nos paramos en esa estación de servicio para preguntar?» y cosas así en plan cachondeo para mosquearlo y el siempre me respondia «en serio?», el tema es que llegó al cabo de unos 40 o 50 Kms la segunda salida… algo de distancia enorme en la cual mostraba un cartel que ponia «El Vendrell» y a partir de esa salida es cuando yo me empecé a poner nervioso y German rallao… «Que hacemos?» me contestó y esta vez, yo, respondiéndole en serio le dije… «no lo se, creo que me perdí», «llama a Juan Carlos» me dijo, por lo que yo le llamé y le expliqué por encima la situación y me dijo «AP7? y como no habeis ido por ronda litoral que es el camino más rápido?» y he ahi que vi mi error, que confundí la una con la otra y viceversa y le dije a German la situación «hay que dar media vuelta, era aquella salida de Sitges» por lo que salimos por la salida de «Valls, Tarragona», casí 100 kilómetros de camino para nada, una hora perdida y otra de vuelta para volver a situarnos… el disgusto me duró todo el día pero por suerte la faena que me predijo German era de verdad tal y como me la describió y llegamos a casa a las 18:30 pese a todos los inconvenientes tanto de ida como de vuelta.
De vuelta porque eran las 16:00h y el hambre nos invadía y German se puso a hacer ruta turística por Gran Vía, Sant Boi y Zona Franca en búsqueda de un McDonalds o algo para comer dado que todos los restaurantes estaban cerrados, al final obtamos por ir camino al almacén, pararnos por el conocido por ambos «Baricentro», comer y acabar ya la jornada laboral que tanto se había extendido… en fin, de los errores se aprende y mi moraleja va a ser.. no volver a salir de mi casa sin mi PDA para confirmarme mis pensamientos de carretera.
Ni que decir tiene que mi nuevo apodo en el trabajo es «GPS»… xDD