Este post lo realizo desde mi pensamiento, razón y corazón a dos personas muy importantes en mi vida y que tienen algo en común o mejor dicho tenemos y es que nuestra puerta de presentación ha sido internet, con el tiempo el compañerísmo pasó a ser colegueo, del colegueo a la amistad y para mi, de la amistad a mi familia. Lejos de la frialdad del medio virtual que es internet se pueden llegar a establecer vínculos muy afectuosos (y los que me conocen bien sabrán por qué lo digo) hasta tal punto que si cualquiera de ellos me dijera en un barranco, tirate, confia en mi que no te pasará nada, sin la menor duda cerraría los ojos y me tiraría tan seguro de que no pasaría nada como si de una acera a la calle se tratara.
Dos personas que se han convertido en bases en mi vida, cimientos, confidentes, pañuelos de lágrimas, compañeros de risas compartiendo lo bueno y lo malo y estando ahí para lo bueno y para lo malo, personas que veo en realidad muy de vez en cuando y con muy poca frecuencia aunque virtualmente lo haga a diario con tal frecuencia que con el modo de escribir se puede conocer el estado de ánimo de dicha persona.
Cosas que me inquietan, se las cuento, cosas que me preocupan, se las cuento, ilusiones y proyectos, se los cuento porque se que decírselo es saber con seguridad que nadie más lo sabrá, limitados amigos en la vida real son en los que puedo confiar de tal manera (en realidad dos) pero por la lejanía los veo más de higos a brevas, sin embargo, a estos cybercompañeros los veo leo a diario y cuento los cambios que puedan suceder en mi vida, buenos y malos.
Los quiero muchísimo y cualquier problema que les pueda surgir, ese problema pasa a ser mio y si sufren, sufro tanto o más que ellos por no estar ahi y darles un «abrazote«. Ambas personas son como mis piernas dado que sin ellos dificilmente podría haber salido y seguido adelante, ambos tremendamente diferentes, el ying y el yang que alimenta mi alma y mis esperanzas, mis conocimientos y el amanecer de un nuevo día a sabiendas que hablaré con ellos se me hace más ameno.
Gracias a ambos por existir, por ser como sois y por ser de las mejores personas que he tenido el placer de compartir esta vida.
NEON Y ELPITUFO – ¡Va por vosotros!