El fantasma de hace 4 años en el que el Rainbow Warrior de Greenpeace fue retenido durante más de un mes en el puerto de Valencia y obligado a pagar una multa millonaria por intentar evitar que se distribuyera madera procedente de tala ilegal (Recordemos que los que distribuian, venían o compraban esa madera ilegal no fueron multados ni amonestados de ningún tipo de forma) se vuelve a repetir pero esta vez (sorprendentemente) no ha venido por parte de las autoridades valencianas sino de una empresa privada, la organizadora de la Copa América de Vela.
El Rainbow Warrior ha ido a Valencia para presentar su campaña «Recuperemos el Mediterraneo» y presentar a los valencianos los por menores de su campaña pero eso no ha sido muy bien visto por parte de la empresa organizadora de la Copa América (y seguramente con una palmadita en la espalda por parte de la Generalitat, reconocida archienemiga de la organización ecologista).
De la misma manera que el Presidente de Greenpeace España, Juantxo Lopez de Uralde creo que es ilógico (sino ilegal) que una empresa privada prive el derecho a estar en un lugar público como es el puerto de Valencia la cual cosa corrobora mi sospecha de que la Generalitat Valenciana tiene algo que ver con esto.
El Rainbow Warrior ha podido atracar en el Puerto de Sagunto sin ningún tipo de pega ni impedimento (ahi si le va bien a la administración pública, un lugar en el que se vea menos)
Ojalá algún dia los valencianos aprecien la labor de Greenpeace y condenen la actitud de su gobierno, casi utópico ese pensamiento al ver que se está haciendo con el medio ambiente, los casos de corrupción y sin embargo vuelven a salir votados.