Un chaval no tenía nada mejor que hacer que ir con el coche con los colegas e ir repartiendo ostias y collejas por la calle y, como no, partirse el culo de la gente viendo que triste que es y las reacciones que tienen. Lo que pasa es que cada uno acaba pagando la gracieta y cada uno tiene su recompensa/castigo con el tiempo (no, no por obra de dios) y en este video vereis que tipo de recompensa se llevó:
[youtube]XgPsGeSAOO4[/youtube]
La ostia es para cagarse.
Fuente: Menéame