Hoy se celebra uno de esos días hipócritas como el día del mundo sin televisión, el día del padre, el día de los coches, el día del niño o navidad. Días de esos que se celebran por alguna reinvindicación y el resto del año todo sigue igual pero claro, siempre tenemos estos «maravillosos» días para purgar nuestras penas y pecados con un supuesto borrón y cuenta nueva.
El día internacional de la mujer, un año en el que ha habido como los anteriores muertes por violencia de género, permisividad y complicidad en algunos casos por parte de los gobiernos y por otros castigos desmesurados incluso por mentiras por parte de su pareja por motivaciones como «para llamar la atención» o para castigar a su futuro ex, sin embargo los verdaderos asesinos, aquellos que sus vecinos tras el asesinato alegan «con lo buena persona que parecía» siguen andando, abofeteando o humillando impunemente a sus parejas.
Ni que decir tiene aquellas mujeres que lo tienen tan asumido que no solo no lo condenan sino que además lo defienden y la excusa del miedo pierde cualquier tipo de validez y, cuidado con defender a una de estas si en plena calle ves que su novio o marido le mete un puñetazo porque además de ir al hospital te recriminará el hecho de meterte en un asunto que no te incumbe.
Por otra parte, así como defiendo que la mujer denuncie siempre que se vea en una situación de humillación, violencia o incluso que peligre su vida, no estaría tampoco nada mal que aquellos hombres que sufren situaciones similares se vieran del mismo modo amparados por la justicia como las mujeres, con la máxima dureza y rigor que requiere el asunto, si bien es cierto que es en menor porcentaje de casos, ello no implica a que dejen de existir y mucho menos que un hombre que maltrate a su mujer tenga 25 años de prisión y una mujer por el mismo caso 9 meses. Ni que decir tiene que hay lugares como Gijón (España) en el que los maltratos a hombres superan a los de las mujeres. Sin ir más lejos, en la propia unión europea, lugares como Holanda deben construir refugios para hombres maltratados.
Claro está que el objetivo es la igualdad de sexos pero en todos los niveles, en el laboral, en el personal pero sobre todo en el judicial y legal. Del mismo modo, considero hipócrita el hecho de que muchas mujeres por el simple hecho de serlo alegen su condición sexual a no poder hacer según que trabajos los cuales los podría desarrollar con normalidad.
Hay mucho morbo en este tema, el hecho de ver a una mujer haciendo el trabajo que por tópico sería de un hombre es algo para celebrar, sin embargo, el hecho de ver a un hombre realizando el trabajo que por tópico sería de una mujer se considera vergonzoso o inadecuado para muchas empresas o incluso para las mujeres mismas.
¿Realmente queremos la igualdad? La vida cuotidiana no dice eso…