Como muchos de los que me seguís sabréis, el 11 de Mayo anuncié en Facebook y Twitter que estaba en una relación, una relación que se fue forjando desde hacía semanas con una persona maravillosa, una persona que desde que la conocí me empezó, primero a gustar, después a encandilar y maravillar y por último, enamorar hasta que le dije por primera vez un «te quiero» algo que hacía tiempo que no decía.
Su nombre es Beatriz (@mbmarina) y la verdad es que es una persona especial, no solo especial por sus cualidades, su bondad, su forma de ser sino ser una de las pocas personas en el mundo que me entienden, entienden mi forma de pensar, mi «frikismo», mis bromas, mis inquietudes, mis tristezas y del mismo modo comparte mis alegrías. Me apoya, me da ánimos y me da ilusión cada día a seguir avanzando.
Del mismo modo yo por mi parte, conforme pasan los días me he dado cuenta que ya, tras varios meses estoy viendo que lejos de «aburrirme», lejos de deprimirme veo como cada vez más la quiero con más intensidad, intento que sea su voz lo último que escuche al dormirme y lo primero que escuche al despertarme, veo como las horas que ocupan nuestro trabajo son horas que ahora se hacen mucho más largas al no poder hablar con ella.
Cuando la vi por primera vez… debo decir que fue tal el abrazo y alegría de por fin encontrarme con ella que me excedí en el abrazo y la empotré contra su coche, no me pude contener aunque por suerte lejos de hacerse daño se reía. Tengo una pareja, una amiga y una novia única, excelente, fantástica a la que quiero un montón y le debía este post porque, a pesar de aparecer en Facebook o Twitter, solo una cosa permanecerá y será este blog, un blog en el que desde hace 5 años llevo actualizando y mostrando mis pareceres, inquietudes o vueltas que da la vida.
Ams, antes de irme a dormir… Beatriz, te quiero un montón 🙂 (por cierto, mi tweet 20k es para ti y los que quedan por venir!)