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Está visto que a los alemanes les encanta meterse en la política de los paises o naciones donde ellos no pintan nada, tienen esa «estupenda» manía. Ya hace unos años propusieron comprar la isla por una interesante cantidad de dinero ante la negativa del gobierno español pero pese a no adquirirla y Mallorca muy a su pesar no ser alemana, siguen metiendo zizaña en sus opiniones políticas respecto a normativas y lingüistica.
Joachim Hunold, de Air Berlin ha hecho unas declaraciones procedentes de una petición por parte del Govern Balear para que se incluyera el catalán (que no la exclusión del castellano) en sus comunicaciones y eso por lo visto ha sentado muy mal a la aerolinea alemana.
En su sarta de mentiras, crispación y engaños ha mencionado que el catalán está discriminando seriamente al castellano en Baleares, que hay niños en pueblos de Mallorca que desconocen el castellano teniendo únicamente como lengua materna el catalan (manda cojones con la información del tipejo este), donde menciona que en escuelas e insitutos se trata al castellano como una lengua extranjera más, y un largo etcétera. Pero no solo lo ha comunicado a los medios de comunicación, lo mejor es que es una carta que remite a todos sus pasajeros durante sus vuelos, una innovadora campaña de márketing, desgaste y electoral en contra del Govern Balear que de las primeras veces en su puñetera historia hace lo que tenía que hacer y es poner al mismo nivel las dos lenguas oficiales de Baleares, el catalán y el castellano y es vergonzoso que el director de una compañía aerea que es un pintamonas en la política Balear se dedique a lanzar una campaña como esta y más cuando he tenido que dejar de comprar en negocios en El Arenal porque los precios estaban en francos o porque la dependienta solo conocía el inglés y el alemán y desconocia por completo, ya no el catalán sino el castellano.
Es normal que el personajillo este se crea que al tener una colonia importante de presencia alemana en Mallorca como son gente de alto nivel adquisitivo, turistas estacionales, lugares que tranquilamente es más alemán que balear como parte de la Serra de Tramuntana, Arenal o zonas de Calvià pero de ahí a meterse de lleno en política lingüistica… hay un largo trecho donde, en pocas palabras ha mencionado el famoso «España se rompe» y donde Air Berlin sin quererse mojar ha dicho que aunque no comparte las palabras de su director, si está en pleno derecho de expresión a opinar cuan se le antoje, lo que no entiendo es que una cosa es la libertad de opinión en su blog personal o entre sus amigos y otra hacer llegar una misiva a sus pasajeros con sus inquietudes políticas.
El Govern Balear, como el resto de baleares está flipando al ver como una simple carta pidiendo que se incluya el catalán en las instrucciones de uso, procedimientos en caso de accidente o atención por megafonía o por azafatas para aquellos usuarios que sean catalanoparlantes haya causado la ira y sacar ranas y serpientes por la boca por parte del director de esta compañía.
Debo mencionar si no ha quedado claro que la carta del Govern Balear no mencionaba que se eliminara ni se prohibiera ni mucho menos el castellano sino añadir el catalán en la lista de idiomas que se usan en Air Berlin como es el inglés, francés, alemán o castellano y ni el alemán, inglés o francés son lenguas oficiales en las Baleares pero el Castellano y el Catalán si lo son.
Visto lo visto Air Berlín no usará ni añadirá el catalán a los idiomas de comunicación y protocolo de la compañía por lo que los catalanoparlantes ya saben lo que tienen que hacer, que Air Berlin se meta su política lingüistica por el recto.
Ahora, por parte del Govern Balear espero que este verano y los siguientes no sean tan permisivos con los turistas alemanes que, ebrios, se dedican a pegar o insultar a los mallorquines y sean mucho más estrictos con estos indeseables que usan a las islas como prostíbulos o como método de desahogo, desde luego no defiendo aquellas partidas de mallorquines que hacían de patrullas vecinales para tomarse la justicia por su mano con aquellos turistas que se habían excedido pegando palizas a mallorquines o abusando de mallorquinas pero si pido que la policía local sea mucho más dura y estricta en este campo y que no se tengan que pensar dos veces si su detención puede provocar un incidente internacional o reducir el número de turistas del año próximo, va siendo hora de demostrar que Mallorca NO es Alemania.
Vía: La Vanguardia