Indemnización por asesinar

Cuando creemos que las acciones de esta república bananera llamada España ha llegado al límite de la ridiculez y la vergüenza siempre hay algo que surge que nos muestra lo equivocados que estábamos viendo que no hemos llegado al límite ni de cerca hasta el punto de la hipocresía de indemnizar y pagar a empresas asesinas o cómplices de asesinatos en países del tercer mundo o en situación de guerra.

Nos olvidamos por completo en nuestra total ignorancia de en qué tipo de país residimos y alguno se llena de orgullo con el grito de «yo soy español, español, español» por ganar la copa del mundo de fútbol. Mi más sincera enhorabuena aunque, en mi caso me inquieta más otro tipo de aspectos que me impiden cantar tales cosas o me hacen hasta bajar la cabeza estando en otros países cuando me indican mi procedencia.

Ya no solo residir en un país lider en exterminar tiburones para su exportación a Japón sus aletas, ya no solo el líder de caza y llevar al borde de la extinción al Atún Rojo, al lobo, al oso pardo o al lince, ya no solo por permitir o ignorar el comercio de huevos de águilas o tener las leyes más vergonzosas contra los maltratadores de animales sino ya por incentivar e indemnizar a los asesinos de personas.

Nos tiramos de los pelos por casos mediáticos pero ignoramos que a un señor independiente, sin formar parte ni de un partido haya llegado a ministro de Defensa perteneciendo a una de las mayores exportadoras de armas ilegales como las bombas de racimo, véase también como Sr. Pedro Morenés y Álvarez de Eulate, el que era hasta dos semanas antes de las elecciones el consejero de Instalaza. Una empresa a la que se le prohibió el comercio de bombas de racimo tras el Tratado de Dublín y a su vez, esta exigió al gobierno (anteriormente del PSOE) una indemnización de 40 millones de Euros.

Uno de sus muchos clientes era Gadafi, si, ese mismo con el que nos rasgábamos las vestiduras cuando veíamos que masacraba a su pueblo a base de bombas, pues si, estas eran Españolas y somos tan hipócritas de condenar estas acciones pero no de lucrarnos por ellas y lo que es peor, ahora ignoramos que el gobierno acceda a pagar los 40 millones de Euros a su ministro por erradicar un armamento cruel y despiadado como las bombas de racimo.

Breve resumen de nuestros fantásticos recortes: 753 millones de euros de recorte para ciencia e investigación, 752 millones de euros deben los clubs de futbol a la agencia tributaria, 40 millones de subvención a la tauromaquia, 40 millones de indemnización para Instalaza por no poder seguir lucrándose de la venta de minas antipersonas ni bombas de racimo. ¿De verdad decir «yo soy español, español, español» es un orgullo? Es para hacérselo mirar…

Moraleja: Morenés es un asesino, el gobierno tras esto ha hecho que tanto ellos como el país que tan bien representan son cómplices de asesinato y después tienen el morro de llamar terroristas y demás lindezas a su pueblo cuando se manifiesta.

chevron_left
chevron_right

Dejar un comentario