Duro es el camino de la vida de un músico y si encima, mezclamos las absurdas peleas que a veces se originan entre vecinos nos puede salir un coctel tremendamente incendiario.
Trata de una niña de 11 años que está aprendiendo a tocar el piano. Esta niña es alumna de la Escuela de Música Municipal donde suele ensayar menos los fines de semana que lo hace en su casa y no lo hace a horas intempestivas como parece ser sino que empieza a ensayar sobre las 11 de la mañana.
Desconociendo por completo la misión de su malvado vecino, este contrató a una empresa para que hiciera una medición de los decibelios y al ver que se excedian de los permitidos interpuso una denuncia a esta familia y le interpusieron una multa de 1000 euros.
La familia acudió a una empresa de insonorización de la habitación que les costó 800€ y una vez insonorizada llamaron a la misma empresa que su vecino para que tomaran las medidas de los decibelios demostrandose que no alcanzaba el máximo permitido.
De poco ha servido, el Consello se ha puesto en contacto con ellos avisando de que la multa ya está puesta y el resto que hagan es irrelevante por lo que se van a ver obligados a pagar 1000 euros de multa por exceso de ruido..
Ahora bien, si a mi me diera por denunciar al camión del butano o de la basura.. dudo que me dieran 1000 al ser servicios comunes o municipales.
P.D.: Hay que tener mala leche para hacer lo que hizo el vecinito de los webos, que no le costaba nada llamar a la puerta y pedir, que por favor, pusieran medidas para evitar este exceso de ruido.
Fuente: El Faro de Vigo