Leo una interesante noticia en El Digital de Castilla la Mancha donde se hace eco de la historia de una niña que tras dos años de catequesis, al mencionar que era celíaca y no podría realizar la primera comunión con una hostia de trigo y sus padres proponer y sugerir el uso de una de maiz para que la niña pudiera hacer su primera comunión con el resto de sus compañeros, el cura se negó rotundamente, una vez más otro personajillo eclesiástico liandola amparado por su empresa y ante el visto bueno de la sociedad a tal secta.