Hacía dos décadas que no se veía un oso polar por Islandia y sucedió un milagro que aun se desconoce como ocurrió, si oso consiguió llegar a la isla nadando o si de lo contrario, que parece tener más base científica, se sirvió de un iceberg a la deriva para ayudarle en esa travesía de 300 kilómetros.
Seguramente el oso nunca pensó que sería recibido como fue recibido por parte de los islandeses y su gobierno tras una proheza de estas características y es que ante la incompetencia y el desconocimiento por parte de las autoridades de Islandia, el ministro de «medio ambiente» autorizó a la policía que, al no disponer de tranquilizantes adecuados para un oso polar y posiblemente tardaría 1 día en llegar dicho tranquilizantes, acabaran con su vida a pesar de haber un veterinario que comentó que disponía de tranquilizantes necesarios para poderlo inmovilizar y así no causara ningún peligro pero este hombre fue ignorado por completo.
Sin acordonar la zona convirtiendo aquello en una feria viendose los coches pasar por una carretera cercana siguieron al oso polar hasta poderlo tener a tiro y acabar con aquella vida que según los islandeses no merecía tener, incluso como se puede ver en el video tras su muerte no tuvieron ni decencia a ofrecerle una muerte digna mostrando su cadaver abatido como una pieza de museo o un trofeo.
Es lamentable como en pleno siglo XXI sigamos siendo tan o más retrógrados que los seres teoricamente «irracionales»
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Fuente: maikelnai.es