A veces muchos protestan por la falta de libertad de expresión que hay en nuestro país pero como un país desarrollado que es hay actitudes y demandas ilógicas tanto en el siglo en el que vivimos como en una sociedad de la información como es esta y a ello me centro en el juicio de la SGAE a Julio Alonso sin ir más lejos pero un estudio elaborado por la Universidad de Washington puede ayudarnos a abrirnos los ojos pudiendo decir, cierto es que si me meto con una organización tan oscurantista como la innombrable me puede costar un susto o una multa pero por lo general es facil ver posts contra esta, o contra el rey o contra el propio gobierno u oposición pero a sabiendas que ese post no será un motivo para encarcelarte.
Según este estudio, demuestra que en el 2007 se ha triplicado el encarcelamiento a bloggers sencillamente por la razón de ser discrepantes a su sistema o gobierno y hay paises donde tener una voz y un medio para pronunciarse que no sea la misma que sus propios gobernantes supone traición o revolucionario y te supondrá la carcel.
Más de la mitad de estas detenciones se han realizado en Egipto, Irán, China, Siria, Arabia Saudí, Singapur y Malasia que, si bien es cierto que parte de ese aumento de detenciones es que es cada vez más dificil poder censurar la red o poder poner filtros para que sus ciudadanos se limiten a hacer pocas cosas siempre hay métodos para burlar estos métodos y poder expresar al resto del mundo sus opiniones aunque esto tendrá causas realmente funestas.
Según se amplie la conexión alrededor del mundo y cada vez haya más gente que conozca y sepa usar internet habrán más bloggers por lo que no sería ninguna sorpresa de que si se realiza este mismo estudio a principios del 2009 podamos ver que el número de bloggers encarcelados no solo se triplica sino que puede ser mayor aun teniendo en cuenta la evolución de la red en países donde la libertad de expresión es inexistente o sus gobiernos totalitarios eviten a cualquier costa que pueda difundirse cualquier opinión o postura en su contra.
Fuente: Abadía Digital