Menuda historia la que he llegado a leer en el foro de gsmspain. En el, una persona describe algo bastante subrealista y es que mientras iba a registrar su tarjeta prepago a una tienda Movistar, mientras hacía cola esperando su turno veía como una persona mayor en compañía de su hijo compraban un terminal y se daban de alta. Mientras la dependienta hacía todas estas gestiones, a su vez tenía también la página web de Rodilla abierta y una vez añadido el nuevo número de la señora a la página de Rodilla y registrado ese nuevo número de teléfono apuntaba el código de confirmación que le llevaría a obtener un bocadillo gratis en cualquier establecimiento de Redondo.
La verdad es que es sorprendente e increible pero un ejemplo más de como se vulnera la protección de datos en este país de cualquier manera y desde cualquier entidad. La verdad es que vale la pena la lectura completa del artículo en primera persona aunque de lo mejorcito es el final en el que el encargado del establecimiento daba la razón a la dependienta :-/