No importa si el CMS o núcleo de una comunidad es caro o gratuito. Tampoco importa si la estructura está montada así o asá. Lo importante es crear, cuidar, mantener y tener esa comunidad y para ello siempre hay que apostar por aquellos que hacen posible que exista que son los promotores de la misma, sea una comunidad independiente, desinteresada o empresarial.
Con estos años de experiencia creando comunidades como Hosteltur o Vodafone entre otras, me he dado cuenta en una coincidencia, en un punto en común y es que estas comunidades han sido creadas gracias, por y para los promotores con más o menos apoyo para poderlo mantener aunque, en la mayor parte siempre he tenido que costear el mantenimiento de los promotores voluntariamente y de mi bolsillo.
Todos somos o hemos sido promotores de algo, sea una marca, un objeto, una pasión o una tecnología del mismo modo que por ejemplo yo soy actualmente promotor y colaborador para empresas como Google, YouTube o Lotus Watches.
¿Para qué tener promotores?
- Feedback de nuestro servicio o producto
- Opiniones, brainstorming y mejoras
- Ayuda a otros usuarios reduciendo contactos en Atención al Cliente
- Expandir la marca, producto o servicio a más personas o comunidades
- Monitorizar el sentimiento general de nuestra empresa o marca
¿Qué empuja a estos promotores a colaborar o ayudar desinteresadamente a una empresa?
Aunque en todos los sitios (excepto en Vodafone) me han preguntado la razón de tener promotores y cuidarlos y tener que explicar una y otra vez la importancia de esto, sea por la importancia de poder escuchar una parte objetiva e imparcial sobre los campos a mejorar, expandir la voz o una noticia, aumentar la presencia en más redes sin conllevar a un mayor gasto y muchos ejemplos más.
Sin embargo, como promotor entiendo perfectamente que es lo que mueve a estos usuarios a colaborar y ayudar a una empresa y es expandir su voz, ser cada vez más los miembros de la comunidad para poder intercambiar opiniones, ideas o ayudar en dudas y problemas que puedan surgir. ¿Desinteresadamente? Si, pero mi interés es poder compartir mi opinión y conocimientos sobre una marca o tecnología.
Pero… ¿eso es todo?
Como promotor, me gusta sentirme escuchado, sentirme querido y sentirme recompensado aunque no sea con dinero si con detalles o con «incentivaciones morales» como por ejemplo las recibidas por parte de empresas como Google o BlackBerry u otras que para esa incentivación recibo una felicitación por navidad, camisetas, pegatinas, etc.
Cuando no veo ningún movimiento por parte de la empresa por cuidar a sus promotores o hacen oídos sordos a sus sugerencias, ideas u opiniones es el momento de acabar como promotor, o, sin ir más lejos, dejar la comunidad de la que sea responsable y poder dedicarme a otra cosa mariposa.