Hace unos días y antes de la mudanza a la ciudad me fui «temprano» a la cama y mi pareja se quedó despiertas. Pasadas unas horas y yo ya rondando el tercer sueño me despertó con un «Xoxe, Xoxe, hay un bicho grande en la habitación». Entre las legañas y la sorpresa me fui en calzoncillos a enfrentarme al bicho tan grande descrito. Una vez entro en la habitación no me lo podía creer, se nos había colado un murciélago. El pequeño mamífero estaba revoloteando como un loco por toda la habitación y no hubo huevos a sacarlo de ahi por las buenas. Abriendo ventanas, puertas y cualquier otra obertura que hubiera de la pared a la calle para que pudiera escapar, pero nada, estaba totalmente ido y yo con toda una mezcla de sueño y sorpresa por lo que al final tuve que optar por pillar una camiseta y atraparlo.
La verdad es que solo en un pueblo pueden pasar este tipo de cosas como salir por la mañana a la calle y encontrate con un rebaño de cabras pasando por delante de tu puerta, a las cabras ya empezaba a estar acostumbrado pero a que se cuelen murciélagos…