Llevo dos días analizando sobre un tema que me ha parecido bastante hipócrita por parte del PP y es lo que se podría decir, otra más respecto a modificar las leyes (en este caso la ley electoral) según convenga y según las necesidades y es que como siempre tanto las leyes como la constitución (en este campo es más veterano y especialista el PSOE) de modificar, añadir o eliminar artículos que convengan o no según el momento y si puede ser de caracter retroactivo mejor que mejor.
Tras las elecciones generales del 9-M el PP se puso en marcha para proponer una modificación en la ley electoral, esta modificación según sus argumentos serviría «para mejorar la calidad de nuestra democracia» y se proponía que en esa reforma en la ley electoral local la posibilidad de que únicamente gobierne el partido más votado sin posibilidad de crear gobiernos de coalición sencillamente porque «el elector quiere que el partido más votado gobierne«.
Ahora las cosas han cambiado rotundamente después de las elecciones autonómicas de Galicia y el País Vasco cuando el guión de la película cambia por completo y no es el partido más votado quien debe gobernar sino realizar una coalición a toda costa sobre unas tierras tan deseadas por el PP como es el País Vasco aunque ello signifique hacerlo con el PSOE y ya se hablaba de coalición desde el escrutinio de dichas elecciones en las que quedó claro que no iba a haber mayoría absoluta del PNV.
Zas, por arte de magia la cosa ha cambiado de «el elector quiere que el partido más votado gobierne» a «se consigue mejor con un gobierno de coalición» o «la voluntad de los ciudadanos está clara» y es «de cambio, de alternativa«.
Quizás los ciudadanos lo tengan claro porque el PP desde luego no lo tiene nada claro y al final va a tenerse que comer su ley electoral que seguramente estará dando las gracias a algún ser supremo de que no saliera adelante y ya otro día reflejaré mi opinión respecto a UPyD que también tiene tela con la Rosa Diez pero eso ya en otro capítulo.