Estilos de vida

A raiz de un artículo publicado en el diario «La Vanguardia» que se titula «El semen de los catalanes, el más infertil de toda España» he empezado a darle al coco respecto a los motivos pues los únicos motivos y principales razones de esta infertilidad proceden de productos químicos y plásticos que se encuentran en el agua, alimento o aire y que por h o por b llegan al organismo humano provocando esta infertilidad.

Estas razones me parecen limitadas, es decir, no niego que pueda ser una razón importante de dicha infertilidad pero no es la única. Puedo hablar con algo de experiencia propia al haber estado viviendo en muchas ciudades de diferentes comunidades y desde luego, no es lo mismo vivir en Barcelona o Madrid, que en Andoain o Ciudad Real.

Mientras que en Madrid (Alcobendas) y Barcelona estaba prácticamente la totalidad del día literalmente estresado pensando en facturas, alquileres, trabajos, reuniones, charlas, niños, pagos, más facturas, impuestos y demás, en Andoain y más aún en Ciudad Real vivo bastante más relajado, permitiendome el lujo de decicar ciertas horas a la semana a mis aficiones o incluso salir a tomar algo al bar de la esquina si me apetece porque, no es que el dinero se me caiga de los bolsillos pero si se puede permitir este «lujo» y digo lujo porque en Madrid, Barcelona y seguramente en las grandes capitales sea algo realmente al alcance de muy pocos.

Además de las posibles razones expuestas en el artículo de La Vanguardia, yo añadiría la del estilo de vida, un estilo que varía mucho de una ciudad a otra dando la sensación de estar en dos mundos completamente diferentes y por narices, esto afecta y mucho a la esterilidad o calidad del semen en los varones, sea por contaminación o por el estres.

Posiblemente esto sea algo que no guste leer a muchos de mis actuales paisanos, pero en muchas ocasiones veo como en Ciudad Real se critica tanto a Cataluña (razones obvias) y a Madrid porque aquello no es vivir, no es sano, y que como Ciudad Real en muy pocos sitios se vive. En cierto modo, es cierto que pagar 700 euros de alquiler a pasar a 300/400 euros teniendo en cuenta unos sueldos muy similares ya es algo a tener muy en cuenta además del coste medio de los productos pero, para los de aquí parece que los que residen en las grandes ciudades son masoquistas o les guste este estres, en cierta manera si añoro el estilo de vida de grandes ciudades, pero, si tuvieramos en cuenta que solo existiese ciudades intermedias, dificilmente el PIB de España sería el que es, más no solo del vino y quesos se puede vivir y exportar al extranjero incrementando el beneficio nacional.

Lo mejor/peor de todo es que pese a tener un estilo de vida mucho más relajado, sea máximo exponencial el hecho de requerir y solicitar todos los privilegios, sea a nivel administrativo como ciudadano, de las grandes ciudades como grandes infraestructuras, construcciones o carreteras y recibirlas como aeropuertos, autopistas y demás.

Lamento decir esto pero Ciudad Real o Castilla-La Mancha me recuerdan a niños mimados, es decir, lo que se pide, se recibe sin haber sudado o luchado por conseguirlo, y tampoco molestarse en las razones o el coste real de las cosas pues, mientras que uno va por la M-30 de Madrid o la Vía Litoral de Barcelona con unos atascos de miedo y una locura de tráfico, aquí se puede ir por la autopista plácidamente sin observar apenas ningún coche a la par del nuestro, casi diciendo que se encuentra semidesierta, de tres carriles y sin peaje.

No todo es oro lo que reluce, por supuesto, aquí hay sus pegas. A diferencia de Madrid o Barcelona, que prácticamente se desconoce al vecino o cada vez que se sale a la calle no conoces a quien te cruzas sin mediar ni tan siquiera un «buenos días» y ver en el metro cada día gente muy diferente y dificilmente ver las mismas caras, aquí tiene lo peor de los pueblos, muchos se conocen, todo son rumores y dimes y diretes, algo que no estoy acostumbrado y tampoco me hace mucha gracia que en lugar de por mi nombre se me conozca como «el catalán» habiendo una excesiva manía de poner apodos a la gente y a meterse en la vida de los demás más similar a un pueblo de 5000 habitantes que a una capital de provincia.

Y me acabo de dar cuenta que tras 752 palabras he pasado de hablar de la calidad del semen a hablar de la vida cuotidiana en diferentes ciudades… 😛

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