Google y la estrategia Sauron

Por todos es sabido la frase célebre de Google de «Don’t Be Evil» aunque desde unos años hacia hoy esto ha ido cambiando poco a poco.

Android por un lado y Chrome por otro, Google ha sabido dominar, no solo el ecosistema en internet con cuotas de mercado impresionantes sino ha ido haciendo internet a su manera tal y como considera que debe ser. Android con una cuota superior al 90% en España, más de un 92% de cuota en buscadores o más del 70% de cuota de navegadores con Chrome o casi el 60% en móvil solo con Safari como rival

Centrándonos en el ecosistema de escritorio, Google tiene herramientas que han dominado el mundo empezando por el buscador y siguiendo con otros productos como GMail, Google Drive, YouTube, Google Maps, Google Analytics, Google Adwords, Google Calendar y otros servicios más o menos importantes para muchos usuarios.

Productos que atraen y son utilizados a diarios, en muchos casos imprescindibles para algunos usuarios pese a la existencia de alternativas tan buenas o más que velan, sobre todo, por la seguridad y la privacidad que por diferentes razones no han tenido el mismo peso o adopción (vease el borrado de Protonmail entre los resultados de búsqueda u otras acciones éticamente discutibles que ha realizado el gran buscador) pero hay un modo más inteligente para obligar a usar sus servicios y ahí es donde entra el anillo único y la estrategia de Sauron.

Los productos de Google no dejan de ser los anillos repartidos por Sauron para atraer y alienar a los usuarios pero hay uno por encima de todos cuyo objetivo es atraerlos, no a Mordor ni a las tinieblas sino pasar por la principal fuente de ingresos de Google que no es otra que la publicidad y este anillo no es otro que Google Chrome.

Ya de por sí no es tan extraño ver los cada vez más frecuentes mensajes de «Su navegador no es compatible con XXXXX, instale Google Chrome para una experiencia plena…»

Lejos de eso, había algo que no acababa de cuadrar y era la existencia de bloqueadores de anuncios, algo totalmente incompatible con el modelo de negocio de Google que es precisamente lo que le da beneficios y nada mejor para ello que eliminar y evitar todo tipo de bloqueadores de anuncios y puedas ver aquellos que realmente sean interesantes para ti, los anunciados por Google Adwords.

Otra cosa que siempre se le dio bien a Google y ha ayudado a lograr su posición actual es su comunicación o hacerte ver las cosas según su manera y podemos ver un buen ejemplo en su razonamiento con un argumento que podría ser de peso.

Lo más curioso es precisamente este argumento que está centrado en la privacidad, la seguridad y el rendimiento (es decir, «fue la tacones a hablar de putas») que, se según su postura serían mejorados por la restricción de las funciones de bloqueo de webRequest. «webRequest» es la API que a día de hoy permite que las extensiones intercepten peticiones de red, para cambiarlas, bloquearlas o redirigirlas.

La alternativa que propone Google a webRequest es DeclarativeNetRequest, es decir, un protocolo que permite a Google decidir todo sobre la gestión de las peticiones de red, eliminando que terceros decidan o permitan el rastreo o bloqueo de determinadas peticiones en la red. En resumen, permitir que Google decida que publicidad tienes que consumir y cuál no.

No hace tanto se luchaba por la «neutralidad de la red«. Esto en tan solo unos meses a pasado a ser ciencia ficción donde la red es una jungla en la que Google, gracias a sus servicios para atraer y a su navegador para atar, a conseguido una clara ventaja que difícilmente podrá soltar por más vulneración a la privacidad o bloqueos de fabricantes aleatorios realice.

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