La burbuja 2.0. La especulación del Social Media

Puede que este post parezca algo apocalíptico, nada más lejos de mi intención sino que es simplemente un punto de vista que, como bien dice este blog, es una visión subjetiva de la realidad (o quizá no).

Antes de entrar al trapo, a modo de historia quiero recordar al gran burbuja y crisis que hubo hace más de 10 años y que muchos de nosotros vivimos aunque haya una minoría que no lo recuerda y vuelven a caer en el mismo error. Entre 1997 y el 2001 se vivió una corriente especulativa bestial en las empresas emergentes de internet que hasta dio origen a una nueva bolsa, la Nasdaq y se le llamó la Nueva Economía.

2.0 humo
Imagen del 2.0 humeante de Baluart.net

Cuando llegó a su pleno auge, del mismo modo que sucedió en el sector de la construcción y la inmobiliaria en nuestro país, se fue viendo como dicho auge era simple y llanamente virtual, las acciones que tan rápido habían crecido se desmoronaron, muchas empresas cerraron o quebraron y la razón fue sencilla, el súbito aumento del precio de las acciones, la enorme especulación individual y la enorme disponibilidad de capital riesgo motivaron dicha crisis.

En resumidas cuentas, con el tiempo solo podemos extraer una cosa de lo que sucedió hace tan solo 10 años, que dicha revolución económica fue una excusa de unos pocos oportunistas que se lucraron sobre algo completamente virtual y dicha crisis aún dura hasta en nuestros días y desde entonces el Nasdaq es simplemente una bolsa de segunda división.

Ahora bien, mientras pasan los años y según que cosas pasan al olvido, una nueva burbuja especulativa envuelve el mundo de internet, ahora que las empresas vuelven a confiar en el pese a las pérdidas de hace una década, otros o quizás los mismos oportunistas vuelven a atacar, pero esta vez no con los punto com sino con el mundo del Social Media.

Cada día se puede ver a más y más personas que se autodenominan Social Media o incluso Community Manager, curiosamente a mi me autodenominaron así tras el desplome de las punto com de una empresa alemana que fue un placer trabajar en el 2001. Una empresa que si apostó en un puesto de trabajo denominado así que es muy diferente a como se autodenomina ahora, el «nuevo community manager», una persona superdotada que es capaz de realizar el trabajo de periodista, fotógrafo, social media, marketing, recursos humanos, relaciones públicas y mucho más. Eso es lo que parece ser que es un Community Manager en la actualidad para aquellos que se autodenominan así y… como se dice en el mundo, «quien mucho abarca, poco aprieta»

Si bien este post es una reflexión de lo que voy viendo, me está llamando la atención de cuanta gente que, quizás en el mundo laboral de verdad no tienen mucha suerte o ni siquiera han intentado luchar por encontrarla, encuentran la maravillosa burbuja del 2.0 para autodenominarse de muchas formas diferentes como SocialMedia, Social Media Marketing, Community Manager o varios cientos más que, aunque en realidad sea humo, queda genial en un perfil de Linkedin.

En este sector de gente podemos encontrar diversos tipos, entre vagos, adolescentes, oportunistas y demás y, alguno de ellos tiene un don peligroso, el de saberse vender. Últimamente, cuando voy a empresas cabreadas con la corriente del Community Manager o Social Media, entiendo y muy bien la razón, empresas que son sabladas por verdaderas chapuzas como una cuenta de Twitter que pronto se abandona o un perfil personal en Facebook que ni se actualiza ni se realiza correctamente (hay muchos «community manager» que no saben que una empresa no puede tener un perfil sino una página).

Lejos de la enorme cantidad de siglas en sus curriculums, pocos de ellos pueden demostrar haber hecho algo y eso es una gran ventaja para ellos con la excusa de que «hay cosas que no se pueden medir» o «confía en mi» pero en lo que refiere a casos de éxito, el número es 0

A lo que voy, cada vez hay más gente así, cada vez hay más locura desenfrenada dentro de la ineptitud y el desconocimiento y, del mismo modo que pasó a principios de siglo, a este paso pronto nos abordará una bonita Burbuja del 2.0 en la que muchas empresas se darán cuenta (si no se han dado cuenta ya) de que simplemente están siendo estafadas, de que tenían que haber puesto de su parte para aprender ellas mismas, ponerse al día ellas mismas y llevar sus gestiones, imagen y publicidad desde dentro y no confiando en las grandes y coolings empresas de Social Media en las que, fácilmente podremos ver que páginas de Facebook cuestan 24.000 euros, cuentas de Twitter unos 16.000 euros y más ejemplos astronómicos que, además, nos harán correr el riesgo de que dejen por los suelos la imagen de la marca, justo lo contrario del objetivo de la red.

Bueno, ya me he desahogado un poquito más 😀

P.D.: Debo aclarar que hay páginas, aplicaciones, blogs y otro tipo de campañas en internet que si que valen lo que cuestan, pero no porque lo haga alguien en calzoncillos en su casa sino porque lo lleva una compañía de marketing tradicional con un enorme equipo a sus espaldas entre diseñadores, programadores, especialistas en márketing, adsense u otro tipo de captación y muchísimo más, nada comparable con lo que ofrecen compañías de «Social Media»

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