Los aficionados al cine o de la televisión sabrán perfectamente de lo que hablo y es el hecho de la gran diferencia que puede haber cuando en una película o serie aparecen unos pechos femeninos o una pareja homosexual besándose (con la correspondiente categoría de «adulto») o el hecho de ver sangre, disparos y muertes por todos lados (algo que a partir de 14 años se puede visualizar perfectamente.
Ahora extrapolemos este hecho con la política de YouTube y su forma de medir la gravedad de los vídeos y, por supuesto, también dependiendo de quien haya subido el vídeo. Si eres un usuario convencional y te da por subir un vídeo con un desnudo o ni siquiera eso sino un posible desnudo implícito así como otro tipo de violencia, posiblemente tu vídeo sea moderado, eliminado y tu cuenta con un precioso «aviso» de advertencia para que no vuelva a ocurrir.
Ante la filtración de las imágenes de la decapitación de EI u otro tipo de violencia explícita, los vídeos son (y con razón) eliminados, sean decapitaciones, imágenes de mataderos, fiestas bárbaras como las taurinas y otras tantas. Ahora bien, si el vídeo o el canal pertenece al Comando Central de los Estados Unidos (Centcom) que dispone del departamento Online con una estrategia bien definida como la subida de vídeos en YouTube, su viralización a través de Twitter o la expansión de las noticias a través de los medios sociales aunque dicho vídeo muestre asesinatos en masa provocados por drones, bombardeos a vehículos, muertes tanto en Irak como en Siria, etc es algo que está «bien visto» o al menos cumplen sus supuestas normas de Comunidad de YouTube.
Por supuesto, EEUU siempre ha hecho «gala» de sus asesinatos selectivos y bombardeos «quirúrgicos» tanto en el medio online como el offline proyectando en directo bombardeos durante la guerra de Irak pero, lo lamentable, lo decepcionante es que YouTube, que siempre se ha hecho gala de la defensa por el menor, contra la violencia y a favor de los derechos de autor, tenga un diferente rasero dependiendo de quien sea el «usuario».
YouTube debe de dejar prestar su plataforma a vídeos que son claramente una vulneración a sus normas de la Comunidad añadiendo el hecho de que no es necesario verificar o aceptar el ser mayor de edad para visualizar dichos asesinatos que, recordemos, no es de una película sino muertes reales.