La tecnología y la educación

Cabe destacar que no tengo formación de magisterio, ni soy psicólogo ni pediatra pero si padre y ex-alumno en algunos momentos de mi vida y eso me da ciertas nociones para poder opinar de manera subjetiva y posiblemente parcial sobre este campo.

Introducción

Hablamos de como ha cambiado todo el IoT (Internet de las cosas) a nivel comercio, a nivel doméstico con la domótica y a nivel del día a día a nivel individual y particular y, en menor medida a nivel profesional con el teletrabajo o herramientas online y en la nube y más ahora con la crisis del Coronavirus pero hace tiempo, mucho tiempo que se tendrían que haber tomado medidas menos individualistas y egoístas en sectores que afectan a nuestros/as hijos/as que es en el sector educativo.

Si bien en pequeña escala hemos visto ciertas “mejoras” o actualizaciones a la hora de gestionar la educación y más ahora donde tanto en centros públicos como privados se han tenido que ver forzados a contrarreloj a ponerse al día en cuanto a las aulas digitales, no se puede hacer en unas semanas lo que lleva años para preparar.

Para colmo podemos ver extremismos como el italiano o incluso puede que en España donde, por defecto, se puede resumir en un aprobado generalizado para todos los alumnos en perjuicio de ellos “castigándoles” a un menor nivel educativo además de lo que deben aguantar a diario con el peso de los libros, horarios absurdos y poco incentivadores así como deberes, pruebas y exámenes donde lejos de incentivar el objetivo es recordar y repetir como loros.

Situación

Una vez mostrada esta introducción voy a intentar desgranar punto por punto lo que considero que es un grave problema, problema para los alumnos que a medio/largo plazo se plasmará como un problema en la sociedad, en el trabajo y en la educación que estos darán a sus hijos.

Siendo coherente hemos de mirar que nuestra época en el colegio (o al menos la mía) entre los años 80 y 90 tendría cierto sentido (y no todo) los métodos de antaño con el “azar” como compañero dependiendo de donde te iba a tocar sentarte en el pupitre de clase, de qué tipo de iluminación había, los compañeros que tendría o la distancia de mi asiento a la pizarra. Eran hechos inamovibles e irremediables en algunos casos.

20/30 años más tarde en muchos aspectos todo continúa igual. Si bien hay más sensibilidad por la salud de los alumnos y alumnas con el cuidado de la espalda o mejoras en Educación Física y metodologías de educación, la esencia y los problemas continúan siendo los mismos con “mejoras” como poner ruedas a las mochilas para que los alumnos no tengan problemas de espalda o algunos detalles tecnológicos y poco más. Las aulas son las aulas, la base del azar sigue siendo la misma base, el limitarse a escuchar y anotar sin apenas interacción continúa del mismo modo.

Pruebas, deberes, tests, exámenes por tecnología

Del mismo modo que vemos que en las clases presenciales prácticamente el 80% o más del temario se basa en retener información, apuntar, calcar o repetir, los deberes son prácticamente la misma raíz educacional, poner en práctica lo aprendido pero también repetir pero, no solo eso, se repite el problema de los libros, libretas, materiales y deberes junto con sus correspondientes gadgets (cuadernos, compases, escuadras, reglas, estuches, etc) material o gramos que sumando y sumando se convierten en Kilos que al final tendrá que llevar a cuestas sea a la espalda o sea a rastras con ruedas.

Si además tenemos en cuenta el tema económico y ecológico podemos sumar lo absurdo de los precios en los libros de texto, los elevados precios de los materiales y folios y más folios, hojas, cuadernos y bolis para poder llevar a cabo todo este trabajo.

Entiendo que hay sectores que viven de ello como papelerías pero hay otros sectores que llevan décadas lucrándose con precios astronómicos en algo que debería ser accesible para todo el mundo como son los libros de texto. Soy hijo de una familia de clase baja/media y cada comienzo de curso era una pesadilla para poder conseguir y ahorrar el dinero para poder adquirir unos libros que veían unas pocas páginas modificadas del anterior curso para justificar la adquisición de nuevos en lugar de usar los de algún compañero de un curso avanzado.

No es mi objetivo (al menos en este post) el entrar en la preocupante estrategia editorial ni de colegios públicos o privados con las editoriales pero si merece al menos unos minutos de pausa y reflexión.

Entrando en el ambiente ecológico, además del tema de almacenar y guardar libros y libros de anteriores cursos para acabar acumulando polvo o llenando contenedores de papel hemos de tener en cuenta el perjuicio de tener que llevar de un lado a otro nuestros cuadernos de trabajo o notas siendo imprescindible tener que llevarlos físicamente al colegio para que se le asigne la nota correspondiente con la posibilidad de que estos se puedan perder, romper o ensuciar.

Todos los puntos anteriormente mencionados pueden ser rápidamente corregidos o al menos mejorados con un soporte tecnológico como un netbook o una tableta donde, no solo se evitarían todos estos problemas sino acercaríamos al alumno, no solo a los trabajos sino también a la propia enseñanza, aplicar métodos más académicos, más lúdicos y más atractivos erradicando problemas como los anteriormente mencionados y, lo que es más importante, acercando a los futuros adultos al mundo que se encontrarán o al menos que se deberían encontrar.

Actualmente directivos, puestos intermedios o diferentes cargos (incluso los políticos) no saben como reaccionar ante la digitalización del trabajo o la educación porque sencillamente no lo han vivido ni tampoco sentido.

Con el trabajo en la nube directamente con el trabajo además de facilitarle la vida a los alumnos se la pueden facilitar al profesorado a la hora de recopilar los trabajos, estudiarlos y ponerles notas, evitar “pérdidas” o llevar el control de los alumnos que realizan sus trabajos o quehaceres así como su evolución de manera gráfica.

Tiempo y productividad

Como decía, el trabajo en la nube o de manera digital facilitaría mucho la vida a profesorado y alumnado pero también a padres siendo conscientes y con una mayor transparencia los trabajos realizados por sus hijos, sus notas y olvidar lo absurdo del “boletín de notas firmados por los padres físicamente” sino una completa visibilidad de la evolución del hijo o hija y los frutos recogidos desde el sistema de enseñanza.

Por otra parte, bastante limitado es el tiempo de profesores y padres como para realizar reuniones físicas para las tutorías existiendo posibilidades como la videoconferencia.

Otros aspectos y refuerzos

Acabo ya este capítulo con otros aspectos que podrán ser de interés como refuerzos educativos o físicos, ejercicios mentales u otro tipo de aspectos escolares que merecerían tenerse en cuenta como comportamientos, comedor, dieta y nutrición y otros temas que son completamente opacos para los profesores.

Actualmente los métodos existentes tanto a nivel educativo de centros como de empresas privadas son insuficientes o directamente nefastos tanto en experiencia al usuario como de rendimiento. Es importante aprovechar la situación actual para tomar nota y mejorar y cambiar por completo la situación actual educativa a un terreno más saludable física y mentalmente como es el tecnológico.

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