La concejal del PP en Argelita, Avelina Chiva, admitió ayer que el intento de empadronar a una treintena de personas, en un municipio de cien habitantes, no fue una decisión propia sino que respondió a instrucciones de la dirección del partido. «De los que mandan», señaló Chiva.
Dos días le doy antes de que su partido, siguiendo su trayectoria realizada estos últimos días, la expulse del partido por decir verdades.