Impresionante historia la que leo en elpais.com, sensacionalista, puede pero enternecedora y verídica también. Se trata de un delfin que tras la muerte de su cuidadora, asesinada por un vecino, rechaza su dieta de leche y calamares y desde la muerte de la cuidadora el mamífero ha perdido ya 50 kilos, para que después se diga que los animales no tienen sentimientos ni alma. Una vez más han demostrado ser mucho más humanos que muchísimos «seres humanos».