No se si entre mis lectoras, seguidoras o contactos tengo alguna cordobesa pero me muero por saber su opinión sobre lo que a continuación voy a exponer y tratar, un asesinato, una barbarie y una canallada en su honor.
Un 30 de Mayo en la Plaza de Toros de Córdoba, con 2.000 asistentes sedientos de sangre (el 14% de su aforo) deciden pasar el día para ver como jóvenes deciden a sangre fría dar un estoque sobre otro a una cría, a una niña de vaca, a una vaquilla que, alimentada por sus ganas de vivir, no quiere caer, no quiere morir y se resiste a ello pese a ser acribillada una y otra vez por estas desgraciadas como igual de desgraciados son aquellos que las alientan.
Como es habitual en estas situaciones, estos crímenes se suelen disfrazar por causas benéficas tipo «Cruz Roja«, «Cáritas«, en honor a vírgenes o en honor a algo, en este caso en honor a la Virgen de la Salud y la mujer cordobesa y que mejor que asesinar a un ser indefenso para mostrar la caridad, el honor, la beneficencia…
Apenas tiene dos años de vida y son torturados y humillados con golpes, estoques que atraviesan sus costados, caídas y mutilación como de sus orejas mientras siguen con vida.
Si la situación ya es lamentable de por sí, escuchar el vídeo todavía aumenta más su dramatismo al escuchar a niños de corta edad reclamando que un ser indefenso y torturado sea mutilado, se les cercenen las orejas, los rabos, se les rompan los cuernos o que se les destripe en vivo.
Si que hay dos españas, la civilizada y la neanderthal, la bárbara, la sedienta de sangre que les daría igual que fuese una vaquilla, un gato o una persona, lo importante es torturar, es masacrar, es ver sangre.