Navalny / Assange, las barras de medir de la UE

Alexey Navalny fue premiado por el prestigioso Premio Sájarov, considerado uno de los principales premios de «derechos humanos», por el Parlamento Europeo. Un conocido y reconocido líder de extrema derecha en Rusia donde su principal preocupación son «las cucarachas de los inmigrantes» y otras lindezas que han salido por su boca a lo largo de su carrera política sin contar con los intentos de golpe de estado y desestabilización y listado de irregularidades e ilegalidades que, en cualquier país de la UE habría sido prisión inmediata pero, cuando ocurre fuera de las fronteras europeas lo convierte en un «abanderado de los derechos humanos».

Lejos de condenar estos hechos (hechos más leves han significado persecución y encarcelamiento solo por cantar véase Pablo Hasel, Valtonik, etc) no solo se le ha premiado sino que se le ha dado voz en el Parlamento Europeo de manos de su hija Darya al recoger el premio, un discurso donde ella misma reconocí que fue elaborado con su padre encarcelado (vaya, no parece que esté en aislamiento como algunos medios decían)

Si nos adentramos a las fronteras europeas, podemos encontrar a un periodista perseguido por hacer públicos secretos de estado que todos los medios hicieron eco, asesinatos colectivos y selectivos, barbaridades, corrupción o desfalcos, telegramas amenazadores de EEUU a países europeos evitando investigaciones como asesinatos a periodistas (José Couso, etc). Este periodista permitió que documentos clasificados que demostraban un verdadero genocidio y chantajes y extorsiones a líderes europeos pudieran ver la luz. Este periodista no solo no recibió premio alguno como el Sájarov sino que la Unión Europea ni el Parlamento Europeo ha mostrado nunca ningún tipo de apoyo o respeto hacia Julian Assange.

Parece que no era complicado sacar a la hija de Navalny para dar voz a un discurso repleto de mentiras y odio pero aparentemente era complicado invitar a Stella Morris, esposa de Julian Assange desde Londres para dar voz a este periodista y lo que es peor, la Unión Europea, el Parlamento Europeo ni su presidente pidió en ningún momento justicia y liberación de Julián Assange de su persecución.

A la UE siempre se le ha dado bien meterse con países extranjeros lejos de sus fronteras y condenar aspectos que ellos permiten en peores casos pues, mientras Navalny, condenado por fraude en Rusia con una pena de 3 años de prisión a pesar de todos los delitos que pesan en su contra, en las fronteras británicas tenemos a un periodista perseguido sin ninguna causa penal europea en su contra con más de 10 años de asedio, acoso y derribo.

Es triste, asqueroso y repulsivo formar parte de un lacayo de EEUU, de un perro faldero que jamás logrará una verdadera independencia y que es capaz de lamer su propio culo si el imperio norteamericano se lo pide con tal de seguir siendo su perro faldero favorito.

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