La de cosas que cambian cuando se es padre

Cierto es que muchos que nos han pronosticado poco menos que el apocalipsis cuando se es padre o andan muy confusos o se ahogan en un vaso de agua aunque eso no implique a que algo tan «gordo» como tener un hijo te cambie la vida por completo.

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Horarios trastocados (especialmente los del sueño), cambios totales de hábitos y convivencia, aumento de responsabilidades y trabajos, etc. aunque como comento… la realidad está bastante alejada de aquellos cuyos consejos o anéctodas han sido aspectos como: «se te acabó el rollo de viajar», «despídete de las cenas o salir a comer», «vas a estar en un sinvivir todo el día»

Cierto es que sumando hijo + trabajo + quehaceres hogareños+ responsabilidades de protectoras, etc puede ser un quilombo bastante interesante pero, ciertamente este tipo de «complicaciones» me ayudan y bastante a buscar automatismos, posiblidades o métodos más productivos que me permitan, no solo abarcar lo que había antes sino dar solución y cabida a todos aquellos cambios que se han añadido.

En el fondo me alegro del feedback dado por algunos padres de que la vida se complica llegando a lo postdiluviano porque después ves que o se ahogan en una gota o sencillamente intentan exagerar hasta el infinito los cambios que hayan podido tener. Pese a ello, muchos de los cambios no han sido ni mucho menos negativos hasta el punto de recuperar viejas aficiones que tenía abandonadas como volver a la montaña o volver a leer en los pocos huecos que tenga libres conviviendo con nuevas aficiones como viendo dibujos animados, músicas infantiles, jugar con Biel o salir más a pasear.

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